Vieron a El Chapo muy nervioso; luego supieron la causa: el secuestro de sus hijos

Carlos Loret de Mola en su columna Historias de Reportero, de El Universal, relata que las autoridades que monitorean a Joaquín El Chapo Guzmán en su celda notaron que estaba inusualmente nervioso. Se movía de un lado a otro. Se tocaba la boca, se frotaba la cara, se apretaba los labios. Miraba a un lado y a otro.
¿Por qué luce tan intranquilo? ¿Estaría tramando otra fuga? ¿Un ataque? ¿Un golpe de esos que lo han llevado a ser leyenda internacional?

El meollo del asunto

Al poco tiempo se dilucidó el motivo: sus hijos Iván Archivaldo y Alfredo Guzmán Salazar habían sido secuestrados mientras cenaban en el restaurante La Leche de Puerto Vallarta, Jalisco, celebrando el cumpleaños del primero. Me lo relatan fuentes de alto nivel del gabinete de Seguridad.
La noticia del “levantón” de sus hijos, abundan esas fuentes, fue llevada al capo por su pareja Emma Coronel, en una de sus visitas. Joaquín Guzmán Loera no reaccionó iracundo, no golpeó las rejas ni vociferó. 

Aquí la columna
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